UN VIAJE PARA VER EL SOL

Siempre quise ver nacer el sol en el mar, ya que en Chile solo vemos los hermosos atardeceres en el océano Pacifico, decidí viajar en moto una UM 200 CHOPER, e ir al Atlántico a ver este hermoso espectáculo natural, recorrí 4000 kilómetros de una diversidad de paisajes desde las bellas araucarias al cruzar la cordillera de los Andes por el paso de Pino Achado que va cambiando hacia el Atlántico transformándose en un estepa desértica, y unas rectas de la ruta que el motoquero acostumbrado a recibir el viento en el rostro se climatiza y admira su encanto.

La ruta me lleva a las Grutas, balneario turístico del Atlántico Argentino, con sus aguas cálidas donde me di el gusto de bañarme en la madrugada esperando el Sol, es hermoso ver como va naciendo el día desde la oscuridad de la noche con sus distintas tonalidades de luz hasta la llegada del día, pude tomar mis fotos y registrar ese momento. Mi viaje continuo hacia el sur por la ruta RN 3 , visitando distintos lugares y ciudades como Puerto Madryn, Comodoro Rivadavia, Caleta Olivia, Puerto Deseado, etc. Todos lindos parajes en su geografía y en el cariño de su gente que el echo de viajar solo da la oportunidad de relacionarse con distintas personas que uno va conociendo de distintas maneras en la ruta, ya sea en una esquina, una estación de servicio o al lado de la ruta, y que de alguna manera queda algo de uno en ellas y son encuentros que marcan la vida del aventurero, recuerdos y experiencias que no se olvidarán.

De regreso lo hice por el interior cruzando la pampa esteparia siguiendo la ruta RN40 hermosas soledades, una ruta de aventureros que la transitan de distintas nacionalidades motivados por el mismo objetivo"VIAJAR Y VIVIR SUS SUEÑOS ". La ruta 40 me llevó a la ciudad de los Caballos, ciudad de Dios, Gobernador Costa, Esquel, Epuyen, algunos lagos, El Bolson etc. y retornar por el paso Internacional Cardenal Samoré ahora con sus paisajes de cenizas volcánicas que creo perdurarán por un largo tiempo, pero aún así es hermoso ya que es natural .

Ahora, desde casa , solo queda el recuerdo y la satisfacción de haber vivido el amanecer del Sol en el Este al otro lado de la cordillera de America del Sur.